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27 Jul

Virgen de Czestochowa

Los peregrinos de la JMJ viajan hasta Polonia para visitar al Papa y oír su palabra.

Hoy les acompañamos desde aquí en la contemplación de un icono: La Virgen de Czestochowa, que acogerá la visita de muchos peregrinos..
Se trata de un icono bizantino, de dimensiones: 122,2 cm, 82,2 cm y 3,5 cm su autoría se atribuye al apóstol San Lucas.
En este icono vemos representada a la Virgen como Hodigitria, la Virgen que señala a Jesús como camino de Vida.
El Niño sostenido por el brazo de su Madre sujeta la Palabra, signo de que Cristo es la Palabra hecha carne. Con la otra mano bendice a la Virgen. Jesús viste de rojo, precediendo la pasión que va a recibir. El manto de la Virgen es azul, estrellado, está revestida del cielo.
Su rostro sin expresión alguna, típico en los iconos bizantinos no mira al niño, mira a los fieles que se acercan a adorarla.
Nos preguntamos por sus marcas en su rostro y en el cuello, este icono ha viajado desde Jerusalén, donde fue encontrado por Santa Elena y llevado a Constantinopla, quinientos años después viaja a la actual Polonia.
Aquí la Virgen mora en una capilla en el castillo de Belz, donde en un asedio por parte de los musulmanes, una lanza penetra en la capilla y rasga el cuello de la Virgen.
San Ladislao, príncipe polaco y gran devoto, decidió trasladar la imagen a su ciudad natal, Opala, para mantenerla segura.
En un parón en su Viaje, en Czestochowa, la imagen se guardó en una colina (Jasna Góra). A la mañana siguiente el príncipe preparó todo para su partida, pero sus caballos no querían andar, lo que él interpretó como una señal de que la Virgen debía quedarse allí. El santo mandó la construcción de una iglesia y un monasterio de los Padres Paulinos. Los cuales guardan y veneran hasta hoy este icono.
En 1430 un grupo adherido a la contrarreforma, saquea la iglesia, robando varios objetos, entre ellos el icono. Al marcharse los caballos no querían caminar, sabiendo que se trataba del icono de la Virgen lo tiraron al suelo, este se rompió en tres partes, uno de ellos rajó su rostro con un cuchillo hasta tres veces, antes de que pudiera volver a hacerlo, la Virgen comenzó a Sangrar.
El cuadro se ha intentado restaurar varias veces pero siempre aparecen estas marcas.
En 1656 se la Virgen se corona como Reina y Protectora de Polonia.
Juan Pablo II estaba muy unido a esta Virgen, hoy recordamos esta oración que le dedicaba:
“Madre, soy todo tuyo y aquello que es mío es tuyo.”

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