En un pequeño monasterio de las Hermanas de Belén, nos han preparado clavos de incienso especialmente para nuestros cirios pascuales.
Son de color rojo, la forma varía de uno a otro recordando el gesto de las manos que los han preparado.
Cinco clavos, tres para las llagas de los pies y manos de Cristo, un cuarto como la corona de espinas y el quinto, central, nos habla de la lanza que atraviesa a Jesús en la Cruz.
Se colocan en la cruz del cirio pascual, no se encienden, son un símbolo del amor que Cristo nos tiene a cada uno de nosotros, de como en la Noche Pascual, el sufrimieto se vuelve glorioso.
El precio del juego de cinco clavos es de 25€, unidades limitadas